Esto te ahorrará tiempo y dinero

Buscando tranquilidad, encontramos un lugar que superó nuestras expectativas. Las instalaciones son encantadoras y el trato de los propietarios es excepcional, te hacen sentir como en casa. La comida canaria es deliciosa, especialmente el entrecot. Sin embargo, la señalización para llegar al hotel puede resultar confusa, una mejora en este aspecto sería ideal.

el hotel tiene un spa agradable, perfecto para parejas. los colchones son muy duros.

La comida casera es una delicia, sobre todo el entrecot con salsa de cebolla caramelizada 🍽️. El trato cercano de los propietarios hace que te sientas como en casa. Las instalaciones son encantadoras, perfectas para desconectar.

Nada, todo fue genial.

El Tejar en Vilaflor nos sorprendió desde el momento en que llegamos. Nos recibieron con una amabilidad increíble, como si fuéramos parte de la familia. La habitación era amplia, con techos altos y una tranquilidad total, ideal para descansar. La cena en el restaurante no decepcionó. la comida canaria estaba deliciosa, y el ambiente acogedor hacía que cada bocado fuera especial. Aprovechamos el spa privado, que fue fantástico. tener el espacio solo para nosotros fue un lujo. Sin embargo, notamos que el acceso al hotel puede ser un poco complicado. la señalización no es clara, lo que podría hacer que algunos huéspedes se pierdan. También, aunque el menú era rico, le faltaba un poco de variedad. En general, disfrutamos la estancia, aunque hay detalles que podrían mejorar.

piscina climatizada, spa íntimo, entorno rural

El hotel necesita trabajar en la señalización para facilitar la llegada, nadie disfruta de perderse. Además, un poco más de variedad en el menú, la comida casera está bien, pero se vuelve repetitiva.

volvería allí de nuevo

La habitación era amplia y bien decorada, con un ambiente casero. Tenía baño privado, TV de pantalla plana, calefacción y un perchero. La experiencia en el spa íntimo fue genial, con tiempo para relax total y champagne. En el restaurante, la comida fue deliciosa, el entrecot estuvo increíble. La atención de Francesco fue un plus.

Estancia para desconectar, habitación amplia e impecable. Comida casera excepcional, especialmente el entrecot. El trato dos propietarios como de familia. Eso sí, algo complicado chegar sen mapitas, e a calefacción corta un pouco cedo. Volvería sen dubidar!